Secuestros: El estigma de los morelenses

Desde los  años 90s el estado de Morelos es considerado cuna de la industria del secuestro. Han pasado décadas y sigue estando en los primeros lugares de los estados donde mayor número de plagios ocurren a pesar de ser una entidad de las más pequeños del país.

Cuernavaca, Morelos.- El 13 de diciembre del 2018, por la tarde,  cinco hombre jóvenes mediante engaños se llevaron a la estudiante de medicina de la universidad autónoma de Morelos sin que se supiera su destino. Los padres recibieron llamadas pidiendo rescate. El 24 del mismo mes apareció sin vida en el municipio de Yautepec.

Fernanda Toledo, era hija de Ruben Toledo, entonces director de la facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UAEM. El hecho indignó a la comunidad universitaria quien demandó la detención de los responsables. Cinco personas han sido detenidos y están en proceso penal pero la familia aún sufre la perdida.

Fernanda es una de las miles de víctimas de secuestro en Morelos. Las cifras oficiales señalan que de 1997 al 2023 se cometieron 23,738 plagios en todo el territorio nacional, en el mismo periodo en Morelos se contabilizaron 942, incluido el de Fernanda.

Desde los años 90s la entidad ha sido considerada cuna de la industria del secuestro, fabrica de bandas y la casa grande de seguridad de los líderes de organizaciones delictivas, que proliferaron en el territorio que ha sufrido no solo el delito sino la complicidad de los cuerpos policiacos.

La ex fiscal antisecuestro de Morelos Adriana Pineda, considera que a esta entidad y sus habitantes se les ha estigmatizado, por los antecedentes históricos delictivos de tres sexenios, de los exgobernadores Jorge Carrillo Olea, Sergio Estrada Cajigal y Marco Adame Castillo, estos dos últimos del Partido Acción Nacional (PAN).

Tres de los principales lideres de las bandas de secuestradores que operaron en Morelos y que dejaron marcado al estado son: Liborio Colín Dominguez, originario del pueblo de Tlayca, al oriente del estado, su centro de operaciones; Daniel Arizmendi, conocido también por mutilar las orejas de sus víctimas para presionar el pago de rescate a familiares, él nació en Miacatlán, municipio ubicado al surponiente del estado, colindante con el estado de Guerrero y Estado de México.

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De acuerdo con las estadísticas sistematizadas con que cuenta la Organización Morelos Rinde Cuentas de la información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad,  Morelos inició el año en primer lugar nacional en el delito de secuestro y el delito de despojo.