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Carlos: Me tomé la temperatura yo mismo y estaba en 37.4. Desde ese momento me aislé

Este es el testimonio de Carlos Brito, es regidor independiente en el municipio de Jojutla, uno de los lugares donde…

By Oswald Alonso Navarro , in Municipios , at 9 de mayo de 2020

Este es el testimonio de Carlos Brito, es regidor independiente en el municipio de Jojutla, uno de los lugares donde mayor número de casos se han confirmado de Covid-19, y donde también han fallecido.

Por las redes sociales escribió que se encontraba aislado porque era portador virus Covid-19 que ha matado a miles de personas en el mundo.

Aquí su propio testimonio.

Hace una semana, en mi casa, comencé a manifestar algunos síntomas: cuerpo cortado, dolor de cabeza, un poco de tos sin flema, una opresión en el pecho y la sensación de que iba a comenzar fiebre. Me tomé la temperatura yo mismo y estaba en 37.4. Desde ese momento me aislé por completo en mi casa, ya que según nos han indicado los médicos: cualquier señal de “gripa” o “resfriado” en estos momentos, hay que considerarla COVID19 hasta que no se demuestre lo contrario. Sí, así como suena. Y es que MUY fácil confundir los síntomas con otras enfermedades y que esa confusión nos lleve a tomar malas decisiones. De inmediato se lo notifiqué a las personas con las que había estado trabajando en días recientes.

Procedí a atenderme con un médico por teléfono e incluso me realicé algunos estudios de sangre y radiografías que me pidió. En lo general estoy bien de salud (glucosa, triglicéridos, coagulación, placa de tórax, biometría), salvo algunas ligeras señales que daban a entender una infección viral, como una baja de plaquetas. De aquí saltó la duda si podría ser dengue y hasta me puse a pensar en los mosquitos que había visto en mi casa. Pero recordé que los problemas respiratorios ahí seguían y que, como nos dicen todos los días a las 7PM en las conferencias: no hay que confiarse y seguí asumiendo el aislamiento, trabajando desde mi computadora.

El miércoles, me dieron cita para realizarme la prueba. Es un proceso rápido pero incómodo. Finalmente se tratan de dos “cotonetes” largos en boca y nariz. Ayer jueves desperté sintiéndome todavía mejor de los síntomas, ya solo la tos seguía pero todo lo demás ya casi no. Ya ni siquiera el paracetamol me hizo falta. Hoy viernes, me notificaron el resultado de la prueba: positivo para la presencia de SARS-CoV-2, el virus que causa COVID19.

Según las autoridades sanitarias, hasta un 70% de la población mundial se contagiará de este virus a lo largo de los meses en tanto no haya vacuna. De estas, no todo mundo generará síntomas. Aproximadamente 80% de los pacientes seremos ambulatorios con síntomas leves, es decir, nos vamos a curar solitos en nuestras casas y, en muchos casos, sin saberlo: eso sí, con la capacidad de contagiar si no tomamos medidas. El restante 20% de la población, sobre todo quienes integran el grupo de riesgo (más de 60 años con hipertensión, obesidad, diabetes, inmunodepresión, cáncer, etc.) requerirá hospitalización y de ahí, una cuarta parte podría requerir cuidados intensivos y posiblemente fallecer.

Por eso TAN importante que ante cualquier síntoma, aunque parezca una “gripita leve”, no nos autodiagnostiquemos y asumamos, como nos dicen los médicos, probable COVID19 hasta que tengamos valoración. Es lo mejor. Ante un dolor de cabeza, una tos, una congestión nasal, una mínima falta de aire o dolor de pecho o garganta, no jugarle, aislarse en casa y hablar con un médico. De no hacerlo, mucha gente joven que tiene que salir a trabajar terminará afectando, sin saberlo, a su familia y a sus seres queridos más vulnerables que sí están haciendo un esfuerzo por quedarse en casa.

Las y los enfermos de COVID19, sus familias y el personal de salud, han sido objeto de muchas agresiones y acoso de todo tipo. Físicas, verbales, en la calle y en las redes sociales. En mucho por la ansiedad, el temor y la ignorancia. Eso ha hecho que este padecimiento se tenga que vivir muchas veces en silencio o soledad por parte de los pacientes, llevándoles incluso a no ser atendidos debidamente en un hospital complicando su tratamiento, agudizando la enfermedad y haciendo la tarea doblemente compleja para nuestro personal de salud. Debemos frenar ese círculo de violencia y silencio YA. Cada día que pasa, empeora la situación. Por eso creí importante compartirles esto. Se necesita hablar de manera abierta de las cosas. No olvidemos que todas y todos podemos padecer este virus en los siguientes meses. Nos enteremos o no. Lo reconozcamos o no. Necesitemos atención médica o no. Toca llevar toda esta travesía con calma, los pies en la tierra, empatía, solidaridad y mucha serenidad para actuar.

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